Las sorpresas, ¿a quién no le gustan? A todos nos gusta lo
imprevisible, lo sorprendente. En el wrestling
pasa lo mismo, a todos nos gusta que nos sorprendan con alguna victoria
inesperada o con algún retorno. ¿Pero
realmente es algo positivo que ocurra algo imprevisible en el wrestling? A priori todos podemos
pensar que sí, que las sorpresas siempre son bienvenidas, pero si nos paramos a
reflexionar un poco nos podemos dar cuenta de que estas sorpresas no siempre
son bienvenidas.
En primer lugar, me gustaría diferenciar las dos consecuencias que se pueden generar de algo imprevisible. Por un lado tenemos la sorpresa, algo que nos suele gustar a todos y que es positiva. Un ejemplo de sorpresa podría ser Andrade Cien Almas ganando el título de NXT cuando muy pocos lo esperaban o los Hardys ganando los títulos en Wrestlemania en su regreso. Pero, ¿qué ocurre cuando no se logra una sorpresa? Pues que se consigue un susto, y esto ya no nos suele gustar tanto. El ejemplo más claro de susto lo podemos encontrar (y por mucho que Roxas me vaya a matar) en Jinder Mahal ganando el título mundial, Brock Lesnar cortando la racha del Undertaker en Wrestlemania o en Batista ganando el Royal Rumble cuando todos esperaban a Daniel Bryan. Por todo esto podemos afirmar que algo imprevisible no tiene porqué ser algo positivo por necesidad, y casi todos preferimos algo previsible a un susto.
Pues bien, con todo esto en cuenta nos encontramos en la
previa de Elimination Chamber, y todos sabemos quién va a ganar en el evento
principal masculino. Es obvio que Roman Reings se alzará con la victoria e irá
al evento principal de Wrestlemania 34 para arrebatarle un año después el
título universal a Brock Lesnar. Y yo me pregunto, ¿es esto algo negativo? Es
decir, Roman Reings posiblemente sea el luchador con más credibilidad de Raw
junto con Strowman y además no tiene una oportunidad individual por el título
mundial desde hace bastante tiempo. Por todo esto la victoria de Roman no debería de hacer que se pierda el interés en el
combate en sí, ya que todos hemos visto combates los cuales ya sabemos el
resultado pero los seguimos disfrutando igualmente, y si no que alguien me diga
si no es capaz de disfrutar del Andrade vs Gargano o del famoso Hell in a Cell
entre Mankind y Undertaker aún sabiendo los resultados.
Por otra parte, me gustaría
comentar también la importancia de los falsos finales. Estos falsos finales
tienen una importancia vital para que un combate pase de ser algo bueno a algo
increíble. A todos nos gustan estos falsos finales en los que parece que un
luchador ya tiene la victoria en su mano pero su oponente consigue librarse del
pin en el último segundo. The Undertaker, John Cena o AJ Styles son auténticos
especialistas en esto, y consiguen sorprendernos bastantes veces. Estos falsos
finales hacen que las victorias previsibles no lo sean tanto y un ejemplo de
ello lo podemos encontrar en el reciente Royal Rumble masculino. Todos sabíamos
que Nakamura era el gran favorito para llevarse la victoria, pero cuando vimos
el otro luchador que quedaba en el ring nos entraron las dudas. Aún así, sólo
hay que ver la reacción del público en el momento de la eliminación de Roman,
por muy previsible que fuese, para darse cuenta de que, aún siendo previsible,
todos se alegraron bastante. Además, yo pregunto a todo el que esté leyendo
esto a decir si en lugar de Nakamura hubiese ganado Reings no le hubiese pegado
un puñetazo a la pantalla. El resultado era previsible sí, pero si no hubiese ocurrido lo previsible todos
nos habríamos enfadado bastante.
Por último, también cabe destacar que si el wrestling está bien hecho debe ser
previsible la mayoría de las veces. Es decir, los bookeos tienen la función de poner a luchadores over de cara al público, y si luego no
se utiliza este push para darle
logros importantes todo el trabajo de crearle un personaje creíble no ha
servido para nada (y si no que le pregunten a Corbin). No estoy diciendo que lo
imprevisible no sea positivo, sino que debería
ser la excepción para no caer en la monotonía de lo previsible. Por
ejemplo, si ahora no utilizamos a Braun Strowman para darle victorias
importantes, todo su bookeo habrá
sido para nada. Sin embargo, a nadie le importaría si Elias o Rusev consiguen
un título menor, por mucho que sus bookeos
aún no les otorguen una credibilidad completa por muy over que estén entre el público.
En definitiva, el wrestling
previsible debería de ser lo más común en la industria ya que si el bookeo está bien hecho no debería de
haber otra posibilidad. Lo imprevisible también debe de tener gran importancia,
aunque ocurra pocas veces para evitar se convierta en previsible. ¿Y vosotros
qué opináis? ¿Preferís, el wrestling
previsible o imprevisible? ¿Estáis de acuerdo con la diferencia entre susto y
sorpresa? Además, para agregar otro argumento a este artículo, agregamos este
vídeo del gran JaviViUr en el que habla también de este debate que estamos
teniendo. ¡Os leemos en comentarios!
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