PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


La relación entre España y WWE atraviesa uno de esos puntos débiles a los que, desgraciadamente, los aficionados estamos más que acostumbrados. Las cifras de asistencia a los últimos house shows celebrados en Madrid y Barcelona fueron bastante inferiores a las cosechadas en la anterior visita de la empresa al país. Un hecho, que también se está viendo reflejado en las audiencias de televisión.

Neox es el canal en el que el grupo de comunicación Atresmedia emite los programas de RAW y Smackdown el sábado y el domingo. Un cadena de televisión, dirigida a un público joven y que se puede visualizar gratuitamente. El contenido que se retransmite es el de la versión internacional. Un resumen de aproximadamente 45 minutos con lo más destacado del show. Una duración, que desde el punto de vista del aficionado más hardcore, se queda bastante corta y que a veces deja fuera combates o segmentos interesantes.

A los micrófonos están dos verdaderos mitos de la lucha libre en España. Héctor del Mar y Fernando Costilla. Una dupla que lleva poniendo voz a la WWE desde la época de Cuatro. Este artículo no busca criticar su labor, si no ser conscientes de que la forma en la que se expone el producto quizás se haya quedado un poco anticuada. La narración y los comentarios buscan sacar la parte chistosa de los combates, lo que, tampoco gusta al fanático que ve el wrestling como más que una diversión.

Si se junta todo esto, los molestos cortes de publicidad y la posibilidad de disfrutar de los shows al día siguiente en Internet, es lógico que el producto pierda mucho atractivo. A la vista están los datos de audiencia cosechados durante los últimos meses. Unos números que han ido cayendo progresivamente durante la época de verano, y no se han recuperado con la llegada de septiembre.

Datos de audiencia de las emisiones de RAW y Smackdown en Neox. Fuente: Atresmedia

Ante esta situación, el pasado mes de octubre, Atresmedia decidió mover la retransmisión de hora. Los programas pasaban de las 14:25 a las 13:00. Algo que, tampoco parece que pueda beneficiar a su producto. En España, la franja de sobremesa es una en las que mayor consumo de televisión se realiza, y alejar el programa de la hora de la comida puede provocar menores audiencias aún.

Para poder contextualizar de mejor manera la diferencia con otros países importantes europeos, se puede analizar cómo se emiten en televisión los diferentes shows de WWE en lugares en los que el idioma principal no es el inglés:

En Francia, se retransmiten los programas de RAW, Smackdown, NXT y Main Event de jueves a sábado en horario de prime time. En Italia, la situación es bastante similar al país galo. Por último, en Alemania, los aficionados pueden disfrutar de los shows principales los miércoles y los jueves a las 22:15.

Teniendo en cuenta toda esta información, a uno se le ocurren varias opciones que podrían favorecer a que las emisiones volviesen a recobrar la importancia que tuvieron en épocas anteriores:
  • Cambio de fecha: Un cambio de día en las emisiones, acercándose al día en el que se emiten los programas en Estados Unidos, podría provocar que el interés por ver los programas con comentarios en castellano aumentase. Además, la opción de colocar la retransmisión en horario de prime time, podría hacer llegar el contenido a otros públicos. 
  • Ampliar la duración de los programas: La eterna pregunta. ¿Funcionaría mejor si se emitiesen los programas íntegros en vez de la versión internacional? Sería una opción que podría atraer al aficionado más interesado en el wrestling, pero, a su vez, echar para atrás al fan casual.
  • Cambio de público objetivo: Desde que el pressing catch comenzó a tener popularidad a nivel nacional, el producto trató de ir dirigido hacia un público infantil. Tratando de mostrar la parte divertida y graciosa del wrestling, sin respetar elementos como el kayfabe. Quizás haya llegado el momento de abandonar esta línea y tratar de buscar a un público más adulto.
  • Cambio de grupo de comunicación: La opción más drástica, y en mi opinión, menos posible. Dudo mucho que Atresmedia tenga interés en perder un contenido que, aunque no esté funcionando últimamente como esperaba, le aporta audiencia en un canal minoritario. El otro gran territorio a explorar sería que la WWE en España llegasen a una cadena de pago, en la que podrían tener mayor prioridad y visibilidad que en la actualidad, sin verse presionados por los datos de audiencia.
El problema está claro. Ahora solo falta que las partes interesadas, entre ellas la propia empresa, busquen una solución. Una situación que debe cambiar cuanto antes por el bien del wrestling en España, que si continúa así, vivirá otra nueva época oscura alejado de las televisiones nacionales.

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