PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


¿Está la división crucero en un punto de no retorno? ¿Se dirige al caos total con Enzo como protagonista?

Hace poco más de un año, tras un exitoso torneo con 32 nombres de todo el mundo, WWE coronaba a su “primer” campeón crucero, y con ello despejó las dudas sobre la continuidad del proyecto: La división crucero no se limitará a un torneo (único o anual), en su lugar decidieron construir una división permanente, con su tiempo de exposición contínuo y constante. La idea como tal es sencilla, utilizar el tirón de algunos luchadores en las indies para ofrecer un producto que encaje con los gustos de estos fans, aportando por el camino un toque de la esencia de WWE y quizá conseguir el interés de parte del público casual. La ejecución sin embargo no parece tan facil; conseguir que el público se interese por una docena de tipos pequeños del que su máximo exponente es alguien tan anticarismático como TJP. ¿Cómo llegar desde luchas de relleno multitag de 5 minutos (del cual la mitad del tiempo se van en anuncios) en una parte perdida del RAW y que no importan a nadie a cerrar el programa con un segmento en el que los fans se involucran completamente? Trataremos de arrojar luz sobre esto analizando el proceso poco a poco.

En primer lugar lo más esencial, por obvio que parezca, es la capacidad de trabajo de los luchadores. De todos es sabido que un trabajo no se puede realizar sin trabajadores, y WWE se encargó de realizar un completo proceso de selección en forma de CWC. Ojeadores de la compañía recorrieron el mundo buscando luchadores experimentados para competir en el torneo, pero el proceso selectivo implicó mucho más; se incorporaron al centro de entrenamiento de WWE para recibir todo tipo de preparación, con el objetivo de elegir cuáles de ellos podrían ser aprovechados en un futuro programa sobre la división crucero.

El CWC funcionó muy bien. La empresa supo aprovechar la calidad de los wrestlers, y gracias a su buen hacer tanto en la presentación del torneo como a la hora de crear alguna historia para aumentar el interés por ciertos combates, pudimos apreciar el potencial de la nueva división. Pero mantener el interés constante en un programa semanal sin fecha de caducidad es lógicamente mucho más trabajoso que un torneo con un número de fechas limitadas. Por ello, los creativos se pusieron manos a la obra en lo que sería su siguiente misión, desarrollar unos personajes fácilmente identificables que pudiesen generar interés en la fanaticada.


No creo que nadie hubiese apostado porque WWE conseguiría mantener el nivel de interés generado por el CWC desde el comienzo de 205 Live, así que nadie hubiese perdido nada. La compañía hizo lo esperable y presentó unos personajes muy estereotípicos, la mayoría basados en su origen. Afortunadamente el tiempo les favorecía, y poder contar con la seguridad de que tu programa no va a ser cancelado en semanas permite trabajar el desarrollo de las historias con calma. Así, Jack Gallagher fue tratado como un chiste en varias rivalidades, hasta que por fin vio la forma de que lo tomasen en serio. También Drew Gulak pulió su corrientísimo personaje de wrestler técnico-agresivo y lo convirtió en algo más fresco y original, una especie de predicador de los valores éticos en el wrestling, algo que realmente está funcionando. Mientras tanto, han ofrecido interesantes rivalidades, buenos combates y segmentos entretenidos. Todo eso está muy bien, y un programa es un trabajo de equipo para el que necesitas mucha gente porque una hora de televisión es mucho tiempo, pero no es suficiente. Necesitas algo más, necesitas un campeón.

Para el día de debut del programa, The Brian Kendrick cumplía 30 días como campeón y se disponía a perder el título esa misma noche ante Rich Swann, en un intento tan lógico como desesperado de captar la atención. Antes que ellos, el ganador del Cruiserweight Classic y primer campeón del título TJP tampoco fue capaz de generar el más mínimo interés hacia su reinado. Y los tres me parecen muy buenos luchadores (Swann me sorprendió agradablemente en WWE), pero no están capacitados para aumentar el prestigio del título tras la finalización del torneo. Sin embargo la WWE se guardaba una K bajo la manga, Neville estaba listo para regresar y hacerse con la corona que lo proclamaba rey de los cruceros.


Con un personaje renovado, caracterizado por una peculiar forma de hablar y dejando su marca con excepcionales actuaciones, el inglés consiguió aumentar el interés por el campeonato. Por otra parte, los retadores también consiguieron cierto apoyo, el trabajo y la exposición de los meses anteriores empezaba a dar frutos, la división por fin contaba con un campeón interesante que lograba hacer sus combates interesantes... y llegó Enzo Amore.

La mayor parte del público se tomó la llegada de Amore a la división crucero como un gigante paso atrás que echaba por tierra el camino anda tan pausadamente durante todo el año. Mi opinión es radicalmente distinta, ya que creo sinceramente que la llegada de Enzo puede suponer beneficios para todos. La división crucero es un estanque más pequeño en el que un tipo como Enzo puede crecer apoyándose en grandes performers, los cuales ganarán interés sólo por cercanía, y quizá puedan coger algo de soltura y perder ese miedo general que parece que les impide actuar con naturalidad ante las cámaras. Por otra parte, el programa necesitaba dos cosas para subir al siguiente nivel: un personaje que cautivase al público desde el minuto uno de su llegada al programa, y una historia que permitiese a los aficionados engancharse al programa. Creo que la WWE supo manejar muy bien la situación en backstage con Enzo poniéndolo a la cola en un lugar con menos glamour y más dedicado a esforzarse en sentar las bases del producto, ayudando y siendo ayudado por los compañeros y entrenadores, en una especie de microclima situado a la entrada de la selva en donde uno se preparaba para comenzar el último gran viaje (el plantel principal). 


Para finalizar, y a modo de conclusión, diré que sí confío en el buen hacer de toda la gente que rodea la división (dentro y fuera de cámara). Se necesita la implicación de todos ellos, y creo firmemente que una historia a este nivel puede funcionar y activarlos a todos para dar el salto. El primer paso ya se ha dado, cerrando el pasado RAW culminando el doble turn que había empezado en el PPV y con la presencia de toda la división y con la aparición estelar de Strowman. Ahora todo dependerá en buena parte del buen hacer de Amore con el campeonato, ya hemos visto que no tendrá problemas con el micro (se le da mejor ser heel que face, lo que es lógico, porque es increíblemente molesto en cualquier bando), pero veremos cómo llevan sus combates.

Enzo me genera dudas más allá de su capacidad como wrestler ya que su ofensiva es terrible, y WWE está acostumbrada a dar dominios muy largos a sus heels en los bookeos de sus combates, lo que me hace presuponer un exceso de bookeo para protegerlo. Aún con todo, creo que sobra gente en la plantilla capaz de sacar adelante combates no muy largos con Enzo, y estoy confiado en que consigan hacer un buen reinado que realmente acabe con la coronación de un face que sí pueda ser la cara de la división, así que en lugar de miedo a la incertidumbre, prefiero mirar al horizonte expectante por el futuro que nos espera.

Iago Martínez Parada

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