Quién lo diría. Quién me iba a decir a mí, hace un año o un par de años, que estaría yo atendiendo a uno de los eventos más importantes de NJPW en riguroso directo. Pero así fue, y aquí empieza el relato de lo que fue mi experiencia en el G1 Climax 27.
Aunque mi viaje no tenía en absoluto nada que ver con asistir al evento de New Japan, a lo largo de los últimos años mi atención por los eventos de la compañía nipona y por los combates más destacados de la misma ha ido en aumento. Tras asistir el año pasado a Summerslam, este año decidí tomarme un descanso de wrestling e ir a un sitio que me haga desconectar completamente de la pesada carga del trabajo anual. Pero, de alguna forma, se me convenció para ir a ver los combates del G1. En un principio no me pareció una opción a contemplar, presuponiendo los altos precios que podrían llegar a costar las entradas. Pero luego, tras algo de investigación, vi que las entradas no se hacían tan caras como me imaginaba ni estaban tan agotadas como se decía. No me lo pensé demasiado y, en cuanto pude, compré las entradas para las dos semifinales de los bloques A y B y me fui a verlos. Pero antes de explicar cómo fue todo, tendré que insistir en lo mismo que en mi artículo pasado:
- Debido a las demandas de copyright de YouTube y de NJPW, no puedo colgar vídeos de los eventos porque me los suspenden y me cierran la cuenta. Y me da mucha pereza hacerme otra(s).
- Nuevamente, recuerdo a todo el mundo que lo siguiente es un reflejo de mi experiencia y opinión personal. En ningún combate os vais a encontrar con un análisis exhaustivo de ningún combate porque para eso tenéis nuestro maravilloso análisis en formato audio y vídeo en nuestro canal de Youtube.
Bueno, vamos allá.
· NJPW G1 Climax 27: Semifinals (Día 17)
Compré las entradas para este evento un par de días antes de que se iniciara por medio de la reventa. ¿De qué otra forma sino? Y no me arrepentí. Para nada.
Llegué al Ryogoku Kokugikan, Tokyo, caminando desde el hotel. Es, posiblemente, una de las peores ideas que haya tenido un ser humano jamás en nuestros millones de años de existencia. Y si cuento a los animales y a los alienígenas, también. Lo dicho, llegué al recinto, compré una manzana de caramelo que vendían justo antes de entrar, me preparé para enseñar el móvil con la entrada y entré. Hasta aquí todo bien. Una vez dentro, he de decir que me esperaba algo muy al estilo estadio deportivo. Me explico: puestos de merch, de comida y bebida, pantallas y televisiones con highlights de distintos eventos... Pero no. Parecía más un museo que un estadio deportivo. Supongo que esto ocurre porque no es un estadio. Cuando estaba haciendo cola para entrar, un señor muy majo me dijo algo en japonés y me dio una pancarta. La de la foto de arriba. Como me seguía hablando y no tengo ni pintoresca idea de japonés, pensé que me quería cobrar por ese trozo de cartón, así que se lo devolví. Me insistió tanto para devolvérmela que al final me la quedé y no me dijo nada más. En un momento pensé que me la regaló por ser pesado y pasar de él, pero al ver a tanta gente en el recinto con la misma pancarta entendí que era para algo especial. Y lo fue.
Tras pasar por varios combates que aparecían como "no oficiales" del torneo en sí, empezó lo bueno. Pero antes: Ricochet, no molas nada. En directo das aún más asco y tus saltos me producen distintos tipos de enfermedades que solo tienen como remedio que salgas del estadio y te vayas a saltar a tu casa. Espero no volver a verte jamás.
El primer combate fue un duelo de veteranos. La gente empezó a levantar la pancarta, y era porque uno de los luchadores en cuestión, Yuji Nagata, estaba ante su última aparición en un G1 Climax y al borde del retiro. Un combate que supuse que ganaría, pero no fue así. Bad Luck Fale y él dieron un combate bastante entretenido para el público, y con un final bastante sentido y emotivo, donde ambos se saludaron y todos levantamos las pancartas y aplaudimos a una estrella en su despedida. He de decir que en un principio, no sentía nada especial por el combate ni por el momento, pero al salir del estadio y verlo nuevamente en la grabación, vi que era algo bastante emocionante y disfruté al recordarlo.
El siguiente combate fue algo de más o menos la misma duración, pero el público no estuvo tan entregado y no se notó casi ninguna importancia.
El tercer combate, en cambio, fue algo que disfruté muchísimo. Para mi sorpresa. Y es que se enfrentaban Tomohiro Ishii y Zack Sabre Jr., donde éste último me ha dejado muy mal sabor de boca en las... ¿tres? veces que le he visto en un ring. En cambio, de Ishii ya había visto algunas cosas más y me habían hablado muy bien de él. Esperaba un combate con una estructura básica y simple, pero el resultado fue el esperado pero con una actuación magistral de Sabre e Ishii. Los dos me dieron una sensación de química brutal, y se me hizo el combate muy ameno y muy coherente. He de decir que disfruté realmente del choque y de la victoria del británico. El combate me hizo creerme lo que estaba viendo, que es prácticamente lo único que pido cuando veo wrestling. Muy, pero muy sorprendido. Me animé mucho después del combate porque entré pensando que sería de lo peor del show, y me animó de cara a la recta final.
El siguiente y penúltimo combate también lo disfruté bastante porque Ibushi siempre me ha gustado mucho. De hecho, el primer combate de NJPW que vi fue suyo, y me impresionó bastante. El combate me pareció entretenido e ideal para que el público se animase de cara al choque final.
Llegó el turno de Tetsuya Naito e Hiroshi Tanahashi. Con una sonora ovación a su llegada, el líder de Los Ingobernables de Japon hizo acto de presencia para deleitarnos a todos con otra de sus magníficas actuaciones. Y es que puedo afirmar que el combate que presencié entre Tanahashi y Naito es el mejor combate que yo he visto de New Japan Pro Wrestling. Sí, claro, no soy experto en el tema ni he visto tanto como otros. Pero es sencillamente una joya de combate. Lo vi en directo, lo vi en diferido y posiblemente lo vea en cuanto tenga un hueco libre.
Un combate muy bien planteado, con un dominio cambiante inicial y con una historia que me creí por completo. Me convencieron totalmente. Me daba igual el resultado, porque estaba disfrutando de lo que estaba viendo. Me comí el falso final de Naito con el Destino desde la cuerda, pero el segundo me pilló por sorpresa y disfruté aún más de su victoria.
Yo venía con una idea clara: Naito era de lo que más me gustaba de NJPW y me fui con la misma idea, pero reforzada. Y muy contento. Me valió mucho la pena haber pagado la entrada por haber disfrutado tanto. El show no se me hizo nada pesado, como sí se me hizo Summerslam en algún momento. Me fui muy emocionado y esperando que el siguiente día me brindasen algo similar o mejor. Pero a veces no todo sale como se desea o espera.
· NJPW G1 Climax 27: Semifinals (Día 18)
Llegué muy impaciente (hasta pronto, incluso) por ver otra vez el evento. No suelo tropezar dos veces con la misma piedra, así que fui en transporte y no a pie hasta el recinto. A diferencia del día anterior, no había pancartas ni señores que me hablaban sin entendernos. Ni gente vendiendo manzanas de caramelo fuera, tampoco.
Tras los mismos combates no-oficiales del día anterior, pero intercambiando participantes, dio comienzo el día 18 del G1 Climax 27. Esta vez, el bloque B tenía que cerrarse y había un combate que destacaba por encima de todos: Okada vs. Omega III. Aunque el primero me gustó bastante, el segundo me dejó con mal sabor de boca y no esperaba demasiado del tercero. Pero era el main event y había muchas cosas antes de llegar a él.
El primer combate enfrentó a Juice Robinson y a Elgin. El combate se me hizo corto y disfrutable. Sobre todo, me sorprendí con Robinson y sus buenas actuaciones a lo largo del torneo y en el combate que tenía ante mí. Desde luego que no era el mismo que en NXT.
Siguiendo con el evento, SANADA y Tama Tonga me brindaron un combate bastante aburrido e intrascendente. No me moví ni para mirar el móvil. Entre otras cosas porque no tenía WiFi ni internet, pero el concepto creo yo que ha quedado claro.
Luego llegó Minoru Suzuki a salvar la noche con una de esas entradas legendarias que hace. La tengo grabada enterita. Su rival, Toru Yano, no tuvo tiempo ni a presentarse porque el combate empezó bruscamente antes de que acabase su entrada. Un combate bastante correcto, pero que me dejó algo frío. Hasta aquí, mis sensaciones con respecto al día anterior eran totalmente negativas. Me estaba aburriendo.
Antes de llegar al esperado combate de Okada, hubo otro combate intrascendente y aburrido que me quitó las pocas ganas de vida que me quedaban. No recuerdo ni a los que lucharon. EVIL, creo. Y es una pena porque tenía muy buenas referencias suyas. Pero no.
Llegó el combate estelar de la noche y uno de esos que le encantan al bueno de Dave Meltzer.
Kenny Omega y Kazuchika Okada se veían las caras por tercera vez. Un combate muy esperado. Tanto, que desde antes de empezar y de que entrasen los wrestlers, el público ya dejó muestras del ambiente de combate épico e importante. Yo sentí todo esto y, hasta cierto punto, me emocioné. Pensé que realmente podría merecer la pena pagar la entrada solo por el combate siguiente. Me equivoqué, claramente.
El combate empezó de manera muy igualada y desordenada. Lo primero que noté al verles conectar golpes fue que ambos iban demasiado acelerados. Como si no tuvieran tiempo de poder dar el combate que querían dar y tenían que hacerlo todo deprisa. Las ejecuciones de los movimientos las sentí muy forzadas y muy exageradas. Cada golpe se veía muy sobreactuado, y para colmo, Omega me resultó aún más dramático en este combate que cuando lo veía en combates anteriores y en otras ocasiones. Y, para mi desgracia, todo el combate fue así. Demasiado acelerado todo, muy forzado, sentía todo el rato que eso era demasiado actuado, que los luchadores estaban ejecutando secuencias muy mal preparadas y con una sensación más de danza y urgencia que de un combate preparado y real. No lo compré. No me gustó.
Salí muy enfadado del evento. No tenía ganas ni de ver la final. Aunque tampoco quedaban tickets a la venta ni en reventa para la final, pero no se me pasó por la cabeza comprarlos en ese momento. Me fui muy disgustado por el pésimo día que viví. El día entero me había dejado con muy malas sensaciones y, en caliente, no me mereció la pena haber pagado las entradas del G1. Pero siempre se dice eso de "mente fría" para analizar las cosas.
Conclusiones
¿Merece la pena, pues, pagar para ir a un G1 Climax? Desde luego. Ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que es una experiencia que se debe vivir. Los japoneses viven el wrestling de manera muy, pero muy diferente a nosotros o a los norteamericanos. No hay gente cantando al salir del metro ni gente que salga haciendo el indio del recinto, pero se disfruta de una manera mucho más serena, pero placentera. Se interioriza mucho. Ni yo sé lo que escribo, pero no sabría expresarme mejor.
Mis futuros planes no pasan por volver a un evento de wrestling ni desplazarme a un sitio con éste como objetivo principal, pero desde luego que lo recomiendo. Y, si yo lo disfruté, seguro que los grandes amantes del puroresu y de New Japan lo gozaréis muchísimo. Tiene mi sello de aprobación.
¿Cómo sería viajar a Japón?
Como en el artículo del verano pasado, hago este pequeño apartado para poder ayudar, aunque sea mínimamente, a aclarar ciertas dudas a la gente que quiera desplazarse hacia allí.
- ¿Es tan caro como parece? Japón está en la otra punta del mundo.
Sí, lo está, pero hay que tener en cuenta que jugamos con algo a favor, y es el cambio de moneda. Si se vive en Europa o en un país con una moneda cara, los JPY son una moneda muy baja y con la conversión, salimos muy beneficiados. El avión es bastante asequible si se reserva con tiempo, como casi todo. Pero me sorprendió porque yo encontré billetes relativamente tarde, y me salieron a muy buen precio.
- ¿Es muy caro un hotel allí? Pues la verdad es que no me salió demasiado caro. Encontré uno cerca del centro de la ciudad que me salía a 80€/noche para dos personas, con desayuno incluido. Eso en Tokyo y en el centro de la ciudad. Claro, al irme a otros sitios como Kioto, Osaka o Sapporo, el precio se reduce considerablemente.
- ¿Las entradas son muy caras? Las dos entradas para los dos días me costaron más o menos unos 8000 JPY, que serían unos 62€. Teniendo en cuenta que Summerslam me costó más de 100€ la entrada y ya me parecía muy barato, pues ahora me parece muy bien de precio todo.
- ¿Cómo es moverse por Japón? Algunas ciudades tienen metro y transporte y otras no. Las que yo he visitado tienen todo muy bien señalizado y distintas opciones de pago para los turistas, para que puedan moverse tanto en una ciudad como en otra. La verdad es que está todo muy bien explicado y en distintos idiomas. Inglés, más que nada. El taxi sí que podría resultar algo más caro, por lo que es recomendable el metro y los autobuses. Aunque recomiendo bastante caminar, obviamente. No vamos a ir a hacer de turistas para pisar todos los días un metro.
- ¿Comer y hacer vida por allí es caro y complicado? Es lo que más me sorprendió. Hay sitios donde comes muy bien por precios muy bajos. La comida en general es algo que sale muy bien de precio. Ya sea en restaurantes, en supermercados o en sitios muy elegantes, la comida es bastante más barata en comparación con España. Y se come bien, y bastante. Aconsejable comer en sitios japoneses y no en cadenas de restauración globales. Turismo y eso.
Creo que no puedo añadir mucho más que sea de ayuda. Cualquier duda, me lo podéis comentar por Twitter o en la caja de comentarios e intentaré ayudaros en lo que pueda.
Espero que este artículo no os desanime demasiado por ese final tan pesimista. La experiencia DEBE vivirse. Ya sea porque os encanta el wrestling y NJPW o porque queréis visitar la cultura japonesa. Es algo único. Os enamoraréis de las ciudades y las calles en cada rincón. Os aseguro que no os arrepentiréis de viajar y haber conocido un país tan activo y popular. Y ni hablar de la de fotos que os podéis hacer en sitios de películas y series varias. Gracias a todos por la atención.
Roxas
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